Cómo mejorar tus clases de inglés

El profesorado de inglés con frecuencia nos preocupamos sobre qué hacer para mejorar nuestras clases de forma efectiva y esta entrada pretende proporcionar ideas fácilmente aplicables en el aula.

Sobre ti como docente

Como docente yo entiendo que hay tres cualidades importantes que siempre debemos trabajar:

  • Un buen nivel de inglés. El nivel de inglés es una cualidad esencial pues debemos trabajar y mantenernos actualizados siendo como somos el primer modelo de nuestro alumnado.
  • Una buena formación didáctica que nos permita realizar actividades variadas y apartarnos (si se nos permite) de las actividades a veces repetitivas propuestas por los libros de texto para acercarnos más a la realidad de nuestro alumnado.
  • Nuestra capacidad de relación con el alumnado, haciendo que se nos vea como una persona próxima con la que el alumnado pueda tener una buena experiencia de aprendizaje.

Todos estos aspectos merecen intervenciones dentro de la formación permanente y desde nuestros planteamientos como docentes. Habría que organizar un plan de formación realista a medio plazo que nos permita mejorar como docentes.

Sobre nuestras clases

En primer lugar, diré que es importante conseguir aumentar la cantidad de inglés que se hable en nuestras clases. Para ello tendremos que hablar nosotros inglés de forma habitual y propiciar que el alumnado lo hable cada vez más. Si tus clases tienen alumnado que no comparte su L1 resultará más fácil, pero si no es así puede suponer todo un reto. Dice Kohi (2020: 94) que la L1 está siempre presente en el aula lo queramos o no pero será nuestra misión tratar de aumentar el uso de la L2 creando contextos y animando al alumnado a usarla. Por ello, es esencial cuidar nuestro nivel de inglés y preparar aquel vocabulario relacionado con asuntos de actualidad, fechas, etc. que puedan ser motivo de comentario en el aula.

Otro aspecto esencial será la metodología que utilicemos en clase. Mejorar este aspecto es probable que redunde en cambios para el alumnado. Sobre todo es fácil pararse a pensar cuánto tiempo dedicamos a actividades orales, ejercicios, escritura, etc. y valorar si tenemos que realizar cambios. Se nos dice (Hornero, Mur-Dueñas y Plo 2013) que tenemos la tendencia a sobrevalorar el tiempo dedicado a la oralidad y, en todo caso, nuestro alumnado suele cojear en las destrezas orales (Bonnet 2022; Cajide Val y Vez Jeremías 2012; Calvo Benzies 2013; Corpas y Madrid 2009; Muñoz Mallén 2014) por lo que ahí tenemos probablemente un punto que trabajar y mejorar. Aumentar el peso de las actividades orales y de interacción no es difícil si tenemos poco alumnado o si podemos puntualmente salir del aula a otro local de mayor tamaño. Las actividades grupales bien organizadas pueden contribuir al trabajo de la oralidad (Ur 2017). En las actividades tipo role play yo suelo utilizar realia que tengo ya preparado para diversas escenificaciones: restaurante, papelería, aeropuerto, etc. facilitando la realización de estos diálogos de forma atractiva, y todo ello acompañado de unas hojas para el alumnado también podrían estar preparadas previamente.

Otra buena idea puede ser animarse a realizar algún pequeño proyecto con cada grupo de alumnos. No hace falta nada espectacular y podemos elegir cualquier tema que tengamos en nuestra programación. Lo ideal será ir de menos a más y, si nunca lo hemos realizado comenzar por algo pequeño desarrollando algún aspecto del currículo.

Esto nos lleva a que tener un banco de actividades atractivas, clasificadas y graduadas puede ser un objetivo a conseguir a medio plazo para mejorar nuestras clases sin que ello suponga un excesivo costo en tiempo de preparación.

Finalmente, dentro de este apartado quiero tratar el uso de la tecnología en el aula. Personalmente creo que la tecnología puede ayudarnos en las clases pues permite realizar actividades imposibles sin ella, pero también creo que no tenemos que utilizar la tecnología para aquellas actividades que se puedan realizar sin ella. En mi experiencia, encender y apagar ordenadores, conectar el proyector, auxiliar con ordenadores que no responden, etc. puede hacernos perder un tiempo valioso, por lo que, si no es necesario, no veo razón para arriesgarse a perder tiempo en actividades que podemos realizar igualmente con unas tarjetas, carteles, escenificaciones, etc. (Fernández 2006). Por no hablar de alumnado que pueda entrar en páginas no deseadas dentro del tiempo de clase, algo que requiere un esfuerzo de control que no siempre podemos o nos merecela pena realizar. Nos recordaba Ramos García (2010) hace ya unos años, que la tecnología no hace mejores per se nuestras clases y que estas pueden ser buenas sin ella. Así, propongo repensar el peso de las TIC en nuestras clases y reservarlas para aquellos momentos en los que suponga un extra que de otra forma no podamos obtener (programas de actualidad, vídeos, ejercicios puntuales…).

Sobre el aula

El aula es el marco en el que tiene lugar el proceso de enseñanza-apredizaje escolar. No siempre podemos intervenir pero cuando he tenido aula propia de inglés, no en la actualidad, siempre he procurado darle un toque práctico y atractivo. ¿Cómo? Colgando carteles con mapas, resúmemes gramaticales, frases habituales en inglés dentro del aula, etc. He colocado armarios con acceso a los materiales susceptibles de ser usados en el aula, diccionarios, libros de lectura, etc. Evidentemente existe el riesgo de que algo desaparezca pero no dejaría de ser una alegría que unos potenciales ladrones se llevasen como botín diccionarios o libros de lectura en inglés.

El alumnado se sentiría más cómodo si también pudiésemos cambiar la disposición de las mesas para facilitar la comunicación y yo siempre solicito tener una o dos mesas grandes al fondo para poder realizar actividades con tarjetas, escenificaciones, etc. Esto solo se puede hacer en el caso de aulas con espacio libre pero, en ese caso, es de gran ayuda.

Además, ya en el terreno de la decoración, tener plantas o decoración estacional (Halloween, Navidades, Semana Santa, estaciones…) me ha gustado siempre y se puede tener previamente preparada para que solo sea quitar una y colocar la siguiente.

Conclusión

Como se puede ver, no es difícil realizar intervenciones tanto en nuestras clases como en el aula para mejorar las clases. Sobre nosotros mismos entiendo que es más difícil porque todo parte de la formación pero nunca es tarde para iniciar una mejora de nuestras clases. Puedes dejar ideas o propuestas adicionales en los comentarios.

Referencias

ARIAS CASTRO, A. (2024). Interaction. Shopping for Stationery, from https://eduki.com/es/material/383725/interaction-shopping-for-stationery-1 BONNET, G. (ed.) The assessment of pupils’ skills in English in eight European countries. 2002. A European project European network of policy makers for the evaluation of education systems.
CAJIDE VAL, José & VEZ JEREMÍAS, José Manuel (coord.) (2012) As linguas estranxeiras no sistema educativo de Galicia. Percepcións do profesorado, do alu mnado e das súas familias ao remate do bacharelato. Informe curso 2010 2011. Xunta de Galicia.

CALVO BENZIES, Y. J. (2013). La enseñanza de la pronunciación del inglés en Galicia: una asignatura pendiente. En CABEDO NEBOT, Adrián; AGUILAR RUIZ, José Manuel; LÓPEZ NAVARRO VIDAL, Elena (eds.) Estudios de lingüística: investigaciones, propuestas y aplicaciones , pp. 13-20.
Valencia: Universidad de Valencia.

CORPAS, M. D. y Daniel Madrid (2009) «Desarrollo de la Comprensión Oral en inglés como LE al Término de la Educación Secundaria Obligatoria española» en Porta Linguarum 11, enero 2009, pp. 129-145.
FERNÁNDEZ, Mª. V. (2006) Las TIC en la enseñanza del Inglés como Lengua Extranjera (ILE): una herramienta online y una off line, Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa , 5 (2), 409

HORNERO, Ana María; MUR DUEÑAS, Pilar; PLO, Ramón (2013). Oral skills in the spotlight: EFL in secondary education in a Spanish local context. En Synergy volumen 9, No. 2, pp. 111-124.

KOHI, M. & SUVARNA LAKSHMI, G. (2020). Use of L1 in ESL/EFL Classroom: Multinational Teachers’ Perceptions and Attitudes. International Journal of English Language & Translation Studies. 8(3). 88-96.

MUÑOZ MALLÉN, Ana María (2014). El tratamiento de la pronunciación en los libros de texto de nivel B1 y su valoración de acuerdo con los principios establecidos por el MCERL. En Encuentro 23, pp. 102-114.

RAMOS GARCÍA, Ana María (2010) «El reto de enseñar una lengua extranjera sin recurso s» en Porta Linguarum 14, junio 2010, pág. 79 89. ISSN: 1697 7467.

UR, Penny (2017 ). Enhancing language learning .


Qué materiales elegir para tus clases de inglés

Cada vez que se acaba el verano, el profesorado nos ponemos en modo «regreso al colegio» e iniciamos la evaluación de materiales que utilizaremos en nuestras clases, pero ¿cómo los elegimos? ¿con qué criterios?

En primer lugar conviene tener claro que la metodología empleada en nuestras clases no tiene que venir dictada por los materiales, sino debería ser al revés, los materiales que elijamos deberían complementar nuestra metodología. Se pueden impartir grandes clases y conseguir que el alumnado aprenda lenguas casi sin materiales y, al contrario, nuestras clases pueden ser un desastre contando con los materiales más innovadores, tecnológicos o caros.

Se hacemos caso a Thornbury (2000) no habría problema en enseñar inglés sin materiales, solo nos haría falta una metodología adecuada y, posiblemente recursos propios previamente preparados para conseguir que nuestro alumnado tuviese el nivel de competencia en inglés que deseamos.

Sin embargo, la teoría es muy bonita pero incluso si fuese una buena situación para el apredizaje de nuestro alumnado, posiblemente nos encontraríamos con dudas por parte de las familias que no podrían realizar el seguimiento de la materia habitual (para muchas de ellas) que sí pueden realizar cuando nos ajustamos a la programación siguiendo un libro de texto.

Por ello, yo que imparto mis clases en la ESO, no acabo de ver esa propuesta, que como docente me atrae mucho, como algo factible. Tampoco me acaba de convencer seguir el libro de texto a pies juntillas. De hecho de mis tres clases de inglés semanales con cada nivel, utilizo el libro de texto solamente en una de ellas. Una de cada tres clases que imparto se corresponde con actividades orales y de interacción oral: realizo role-plays, juegos, exposiciones orales, entrevistas, etc. siempre siguiendo la programación y el nivel del curso. En la otra, utilizo materiales propios que suelo colgar en el aula virtual de cada grupo en el que imparto clase: presentaciones o vídeos con explicaciones gramaticales ─lo que más interesa a las familias por alguna razón─, leemos textos reales o levemente adaptados por mí relacionados con el tema de la unidad del libro de texto o trabajamos vocabulario también con ejercicios elaborados por mí o elegidos de otras fuentes.

Para mí, el libro de texto es una buena guía en relación a qué vocabulario y gramática trabajar pero no quiero limitarme a el. No hacerlo, además, permite que aquel alumnado que necesita material extra de trabajo pueda realizar los ejercicios que aparecen en el propio libro de texto sin necesidad de un workbook.

De todos modos, y simplemente por esta razón, porque será la espina dorsal de nuestro trabajo, creo que la elección de un libro de texto que se ajuste a nuestra metodología, merece dedicarle unas horas (Byrd 2014). Conviene mirar toda la serie para que haya una continuidad, comprobar que los ejercicios de comprensión no se contestan sin haber entendido completamente los textos o audios (y no completando con palabras obvias incluso sin entender), que tienen suficiente material a un nivel adecuado, que cuentan con cuadros y explicaciones acordes a lo que explicaremos nosotros en el aula, ofrecen variedad de acentos y no solo RP, etc. Igualmente, si nos interesa incorporar una metodología comunicativa, por proyectos o centrada en el alumnado, ¿contribuyen los libros de texto que estoy utilizando a ello? (Gómez Rodríguez 2010).

Hecho esto, con tiempo y paciencia, podremos ir elaborando nuestros propios materiales o, si esta opción no es la nuestra, podemos ir seleccionando los de otros docentes si se ajustan a lo que deseamos llevar a nuestras clases. Hoy en día hay numerosos repositorios de materiales de buena calidad. Los míos se encuentran gratuitamente en la plataforma Eduki, pero hay muchas otras en la red.

En todo caso, una buena colección de materiales nos hará la vida docente más fácil y será algo que podremos aprovechar durante toda nuestra vida laboral.

Referencias:

  • ARIAS CASTRO, Ana. Materiales educativos. Eduki. En https://eduki.com/es/autor/1281490/ana-arias-castro?preview=1&tab=Materials
  • BYRD, Pat and Cynthia Schuemann (2014) English as a Second/Foreign Language Textbooks: How to Choose Them How to Use Them. En Marianne Celce Murcia, Donna M. Brinton y Marguerite Ann Snow, Teaching English as a Second or Foreign Language. (pp. 380 393) Boston: National Geographic Learning.
  • GÓMEZ RODRÍGUEZ, Luis Fernando (2010) «English Textbooks for Teaching and L earning English as a Foreign Language: Do They Really Help to Develop Communicative Competence?» Educación y
    Educadores
    , Vol. 13, No. 3. Septiembre diciembre 2010. pp. 327 346.
  • THORNBURY, Scott (2000) «A Dogma for EFL. Scott Thornbury takes a vow of EFL chastity» in IATEFL Issues, 153, February March 2000, p. 2.

Funciones de un jefe de departamento de inglés

En la última entrada de este blog comentábamos qué y quién era el jefe de departamento de un centro de educación secundaria español. No se abordaban sus funciones por cuestión de extensión pero lo vamos a hacer en esta otra entrada.

Tal y como decíamos al hablar de quién es el jefe de departamento, desde la creación de esta figura, sus funcione se centraban en la elaboración y coordinación de los exámenes extraordinarios o eligiendo los libros de texto correspondientes (Lorente 2012).

Reunión de departamento-Imagen de Dominio Público

Sin embargo, sus funciones han ido aumentando a lo largo de los años tal y en la actualidad podríamos definirlo como la persona que coordina las diferentes decisiones comunes al conjunto de materias asignadas a cada departamento. Estas decisiones afectan a numerosos aspectos y se toman en reunión de todos los miembros del departamento, con convocatoria previa y levantando acta de los acuerdos tomados. En la siguiente lista he ido recogiendo las funciones más habituales:

  • Por supuesto la primera función será la de convocar a los restantes miembros del departamento a las reuniones periódicas que se vayan a celebrar. Aquel profesorado que, sin ser miembro del departamento, imparta materias asignadas a este, deberá ser invitado y, de no asistir, informado de las decisiones tomadas.
  • Presidir las reuniones del departamento y levantar acta de las mismas.
  • El examen y elección de los libros de texto para cada curso debe ser coordinado por el jefe de cada departamento. También se podrían elegir otros materiales pero los libros de texto suelen tener una consideración especial pues su lista se hace pública desde el centro educativo. Hay que tener en cuenta que, independientemente del número de docentes que impartan clase en un nivel, el libro de texto siempre será único y se mantendrá a lo largo de varios años. En el caso de programas de libros digitales, entrar en este tipo de programas para cada materia/curso también es una competencia del departamento, coordinado siempre por su jefe. La relación de materiales para cada curso deberá remitirse a la secretaría del centro para su difusión entre la comunidad educativa.
  • La elaboración la programación didáctica del departamento. Este es posiblemente la función más compleja de la jefatura de departamento. La programación didáctica recogerá los objetivos, contenidos, metodología y forma de evaluación correspondientes a cada materia/curso asignada al departamento, además de todos aquellos puntos que estimen las autoridades educativas. Teniendo en cuenta que diversos profesores pueden impartir clase en un mismo nivel, la programación pone negro sobre blanco respecto a qué se hace en cada materia asignada a un departamento. En mis años como docente he visto desde departamentos que se limitaban a copiar y pegar programaciones obtenidas de editoriales u otros centros a otros en los que se escribía desde cero y se meditaba cada página. Lo habitual es un punto intermedio, tomar elementos de programaciones anteriores o del borrador proporcionado por la editorial respecto a objetivos y contenidos, pero en mayor o menor medida elaborar el resto de aspectos siguiendo el guion proporcionado por las autoridades educativas. La elaboración de la programación será coordinada por su jefe o jefa de departamento que podrá elaborarla personalmente recogiendo los acuerdos y opiniones del resto de los miembros o bien coordinar su elaboración entre todos los miembros, algo que puede tener especial sentido si, por ejemplo, hay algún docente que se encarga de elaborar la programación de un curso que vaya a impartir ese año o suela impartir habitualmente.
  • En las siguientes funciones del departamento, el jefe coordina y preside la toma de decisiones:
    • A principio de curso es función del departamento repartir el horario de clase asignado entre todos los miembros. Se suele hacer de común acuerdo según las preferencias personales pero, de no llegar a un acuerdo, se sigue el orden establecido en la legislación (Diario Oficial Galicia 2010). Como todos los acuerdos se recoge en acta y se comunica el reparto final a la dirección del centro para que se puedan elaborar los horarios.
    • La recogida y análisis de resultados de cada sesión de evaluación así como siempre que se considere pertinente.
    • La decisión sobre la forma de atención al alumnado que tenga la materia pendiente del curso anterior así como el seguimiento periódico, que se irá recogiendo en las actas sucesivas.
    • Se podrá acordar la realización de actividades variadas que complementen la materia (visitas, charlas, exposiciones…) de acuerdo con la Vicedirección del centro.
    • Corresponde al departamento mantener y actualizar los materiales comunes al profesorado de la materia, algo que quedará recogido en algún tipo de inventario (según determine el centro).
    • Finalmente, el departamento también atenderá las reclamaciones a la cualificación final por parte de los representantes legales de algún alumno o alumna, de acuerdo con el procedimiento establecido
  • Al igual que sucedía con la programación, a final de curso corrresponde al jefe o jefa de departamento elaborar la memoria de final de curso en la que se recoja la evaluación de la programación así como aquellos aspectos relevantes que hayan surgido a lo largo del curso.
  • Todos los jefes de departamento son miembros de la Comisión de Coordinación Pedagógica del centro escolar por lo que les corresponde asistir a cuantas reuniones de CCP se convoquen, siendo en ellas portavos del resto de profesorado del departamento y teniendo después que informar al resto de los miembros sobre las decisiones allí adoptadas.

Con esta entrada, espero haber contribuido a ayudar a aquellos que este año se enfrenten a la jefatura de departamento sin tener experiencia previa.

Referencias:

  • ORDE do 28 de xuño de 2010 pola que se modifican parcialmente as ordes do 1 de agosto de 1997, pola que se ditan instrucións para o desenvolvemento do Decreto 324/1996, polo que se aproba o regulamento orgánico dos institutos de educación secundaria e se establece a súa organización e funcionamento, do 22 de xullo de 1997, pola que se regulan determinados aspectos de organización e funcionamento das escolas de educación infantil, dos colexios de educación primaria e dos colexios de educación infantil e primaria dependentes da Consellería de Educación e Ordenación Universitaria, e do 3 de outubro de 2000, pola que se ditan instrucións para o desenvolvemento do Decreto 7/1999, polo que se implantan e regulan os centros públicos integrados de ensinanzas non universitarias. Diario Oficial de Galicia de 6 de julio de 2010. https://www.xunta.gal/dog/Publicados/2010/20100706/Anuncio2536E_gl.pdf

Quién es el jefe o jefa de departamento didáctico

Cualquiera que haya estado trabajando en un instituto español de educación secundaria habrá oído hablar de los departamentos y del jefe o jefa de departamento. En esta entrada vamos a ver en detalle qué es esta figura.

Algo de historia

Según nos explica Lorente (2012), hasta los años cincuenta, en los institutos españoles de enseñanzas medias apenas existía mayor coordinación entre el profesorado de cada materia que, a esas alturas, no estaba agrupado y trabajaba atendiendo a su autonomía docente. En los años cincuenta comenzó a verse que esto podía ser un problema y se propuso la posibilidad de que de forma opcional los docentes de cada materia de un instituto pudiesen agruparse en los denominados seminarios para trabajar fundamentalmente en cuestiones administrativas: organización de exámenes de ingreso, elección de libros de texto, etc. Así se continuó hasta los años setenta con la Ley General de Educación en la que ya se recomendaba esta forma de organización dentro de los centros. En las normas para la organización del curso 1972-73 ya se regulan detalladamente los seminarios didácticos y su funcionamiento aunque no sería hasta 1977 cuando pasase a ser obligatoria su creación dentro de cada centro para agrupar y coordinar al profesorado de cada asignatura impartida. Con la LOGSE (1990) y las legislaciones autonómicas que la complementan los ahora denominados departamentos didácticos pasaron a integrarse dentro de la Comisión de Coordinación Pedagógica de cada centro.

Miembros del departamento

En la actualidad cada departamento está formado por todo el profesorado con nombramiento para impartir las materias acogidas bajo el paraguas del departamento. Por lo tanto, para el profesorado de la especialidad de secundaria de física y química, por ejemplo (especialidad 007) que formará parte del departamento de física y química, le serán propias las materias de física, química, y física y química además de aquellas que se asignen a este departamento como podría ser las ciencias aplicadas a la actividad profesional, por ejemplo. Además, el profesorado del departamento puede completar su horario con materias de otros departamento si fuese necesario.

A fin de facilitar la coordinación el profesorado que imparta materias de un departamento que no sea el suyo, será invitado a reunirse con ese departamento, aunque podría no asistir, y tendrá que ser informado de los acuerdos que puedan afectarle de ese departamento.

Jefatura del departamento

La jefatura de departamento didáctico (antiguamente de seminario) es un cargo que nació asociado a la figura del catedrático. El catedrático de cada departamento era inicialmente el jefe de seminario. Con el tiempo esta asociación ha ido debilitándose y hoy podemos encontrar tanto departamentos en los que haya varios catedráticos como otros en los que no haya ninguno.

Si solo hay un catedrático en un departamento, es a esta persona a quien le corresponde la jefatura del mismo. En el caso de que haya varios, la jefatura de departamento rotará entre ellos. Si, por el contrario, no hay ninguno, rotará entre el profesorado de secundaria existente.

Podría darse el caso de que habiendo un catedrático en el departamento este tuviese un cargo directivo y renunciase a ejercer la jefatura de departamento, recayendo así en un profesor(a) de secundaria, pero estamos hablando de casos puntuales en todo caso.

Como compensación al cargo existe un complemento específico en la nómina así como una asignación horaria de hasta tres períodos lectivos para la realización de sus funciones (su cuantía dependerá de la comunidad autónoma y en alguna de ellas del número de miembros del departamento). De las funciones de la jefatura de departameno nos vamos a ocupar en la próxima entrada publicada dentro de unos días.

Ostentar la jefatura de departamento lleva aparejada la pertenencia a la Comisión de Coordinación Pedagógica del centro en la que se toman la mayoría de decisiones pedagógicas del centro escolar.

Otros órganos de coordinación docente

Además del equipo directivo, a lo largo de las últimas décadas han ido surgiendo en los centros diversos órganos y figuras que buscan la coordinación del profesorado. Por un lado, los departamentos didácticos de los que hemos estado hablando, que coordinan las actividades de una o varias asignaturas impartidas en el centro, la Comisión de Coordinación Pedagógica y otros como el equipo de biblioteca, equipo TIC o programas bilingües, todos ellos con una persona coordinadora al frente.

Referencia

Ideas para el inicio de curso

Cada año por estas fechas el profesorado nos encontramos ante la perspectiva del inicio de curso. ¿Qué grupos nos tocarán? ¿Cuánto alumnado tendrán mis clases? ¿Qué novedades ─de todo tipo─ me encontraré? Sin duda un mar de incertidumbre que se despejará en solamente un par de semanas.

En pocas semanas podremos haber aclarado todas estas dudas y posiblemente lo más conveniente hasta entonces sea descansar y despejar la mente para poder iniciar el curso en las mejores condiciones.

En todo caso, para estas semanas que preceden al curso tengo varias propuestas basadas en mi experiencia como docente:

  • Realizar una copia de las aulas virtuales de cursos anteriores y partiendo de ellas diseñar los cambios a realizar para mejoralas durante el presente curso. Si no es posible editarlas hasta que comience el curso, podríamos tomar nota de cómo modificarlas y preparar los materiales para realizar esas modificaciones en cuanto sea posible.
  • Iniciar la preparación de materiales propios. En mi caso yo he ido preparando presentaciones que comparto en Eduki, junto con materiales reales que selecciono y ejercicios autocorregibles habitualmente en Hot Potatoes o Kahoot.
  • Si ya tenemos materiales propios, no estará de más revisar y comprobar que respetan los derechos de autor, en el caso de imágenes o audios pues normalmente no es muy difícil modificarlos con materiales de dominio público o licencia Creative Commons. Así nos aseguraremos no tener ningún problema de derechos de autor si decidimos subirlos a alguna plataforma pública.
  • Analizar la memoria de departamento del curso anterior para intentar mejorar los aspectos que no hayan acabado de funcionar y localizar aspectos a mejorar procurando diseñar un plan de mejora, siempre con objetivos realistas.
  • Rebuscar en internet buscando materiais de otro profesorado que podamos incorporar a nuestras clases. En internet encontraremos muchos materiales gratuitos de gran calidad que nos pueden facilitar la preparación de las clases pero que más adelante quizá no tengamos mucho tiempo para buscar.
  • Finalmente, con vistas a facilitar nuestro trabajo posterior organizaría carpetas por cursos, y dentro de estas por unidades, con todo el material nuestro o ajeno que resulte de utilidad para cada nivel y grupo. Muchas veces tenemos el material en carpetas diversas, o incluso en libros antiguos pero sin organizar, dificultando enormemente localizarlo llegado el momento. Para poder realizar esta tarea nos hace falta tranquilidad y tiempo, sin las urgencias del día a día del curso. Ahora puede ser el momento.

Espero que estas propuestas os resulten prácticas para estas semanas previas al inicio del curso si es que desconectar completamente de vuestro trabajo como profesor o profesora de inglés. Si tienes alguna otra idea, puedes dejarla abajo en forma de comentario.

Referencia: